EXPLORA CHILOE
DESDE ADENTRO

Curaco de Vélez

Curaco de Vélez, situado en la Isla Quinchao del Archipiélago de Chiloé en Chile, ofrece a los visitantes una experiencia turística única, destacando su arquitectura de palafitos, el ciclo de iglesias locales, y sus increíbles paisajes australes.

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Curaco de Vélez

Curaco de Vélez, situado en la Isla Quinchao del Archipiélago de Chiloé en Chile, ofrece a los visitantes una experiencia turística única, destacando su arquitectura de palafitos, el ciclo de iglesias locales, y sus increíbles paisajes australes.

NUESTROS DOMOS

Con una ubicación increíble y espacios naturales de bosque chilote dentro de sus dependencias, Chiloé Domos ofrece una experiencia única en alojamientos en el sur de Chile. Nuestros domos cuentan con aire acondicionado, balcón y otros servicios preferenciales como.

Estacionamiento privado

Recepción las 24 horas

Niñas y niños

Enlace al aeropuerto

NUESTROS DOMOS

Con una ubicación increíble y espacios naturales de bosque chilote dentro de sus dependencias, Chiloé Domos ofrece una experiencia única en alojamientos en el sur de Chile. Nuestros domos cuentan con aire acondicionado, balcón y otros servicios preferenciales como.

Estacionamiento privado

Recepción las 24 horas

Niñas y niños

Enlace al aeropuerto

HABITACIONES Y SERVICIO

3 dormitorios

1 baño

Ropa de cama y toallas

TV plana vía satélite y WIFI

Zona de comedor y cocina totalmente equipada

Terraza con vistas al rio

El establecimiento también cuenta con zona de comedor al aire libre, senderos para excursiones en el bosque al interior de las dependencias, también una cafetería y una zona de barbacoa, donde podrá disfrutar de productos como vinos, champán, bombones o galletas locales.

HABITACIONES Y SERVICIO

3 dormitorios

1 baño

Ropa de cama y toallas

TV plana vía satélite y WIFI

Zona de comedor y cocina totalmente equipada

Terraza con vistas al rio

El establecimiento también cuenta con zona de comedor al aire libre, senderos para excursiones en el bosque al interior de las dependencias, zona de picnic, y alberga también una cafetería y una zona de barbacoa, donde podrá disfrutar de productos como vinos, champán, bombones o galletas locales.

TRANQUILIDAD Y RELAJO

Disfruta de nuestro amplio espacio, donde podrás caminar por senderos, degustar exquisitas comidas Chilotas o darte un baño caliente en nuestras tinajas de hidromasaje junto a la paz y el silencio del bosque nativo.

TURISMO EN LA ZONA

La iglesia Santa María de Loreto (iglesia de Achao) se encuentra a 11 km de Chiloé Domos, patrimonio de la Humanidad y caracterizada por estar construida solo con tarugos de madera.

También existen diversos panoramas relacionados con la biodiversidad y avistamiento de aves, como paseos por la costanera de Curaco de Vélez, visitas arqueológicas de conservación a Conchales, visitas a la bahía de Chullec, y por supuesto, las celebraciones costumbristas y religiosas típicas de la Isla de Chiloé.

TURISMO EN LA ZONA

La iglesia Santa María de Loreto (iglesia de Achao) se encuentra a 11 km de Chiloé Domos, patrimonio de la Humanidad y caracterizada por estar construida solo con tarugos de madera.

También existen diversos panoramas relacionados con la biodiversidad y avistamiento de aves, como paseos por la costanera de Curaco de Vélez, visitas arqueológicas de conservación a Conchales, visitas a la bahía de Chullec, y por supuesto, las celebraciones costumbristas y religiosas típicas de la Isla de Chiloé.

ALOJAMIENTO

Chiloé Domos es un establecimiento en donde se personaliza la atención, enfocándonos siempre en que nuestros clientes sientan que llegan a un lugar en donde lo más importante es priorizar el buen descanso y la felicidad.

Angela Diaz

Apoyo de logística y operaciones

Purísima Barrientos

Administradora Chiloé Domos

Dependencias Chiloé Domos

Curaco de Vélez
Los Lagos

Atendemos con el mejor agrado, presentando nuestros domos como una extensión de lo que significa atreverse a soñar sobre los palafitos de nuestra isla, con una armonía que no tiene el límite de lo plano y estático, sino donde el espíritu se expande dentro de un ambiente que permite el florecimiento de sentimientos y una nutrición natural de tranquilidad y relajo.

El domo y su particular cúpula, ha sido utilizada a lo largo del mundo en las construcciones de distintas culturas como una de las formas que han representado siempre lo sagrado, lo infinito, y la revitalización del cuerpo. Chiloé es una tierra mágica, y el destino perfecto para conversar con el yo interno, desconectarse del ruido y por supuesto, reencontrarse con la naturaleza.

ALOJAMIENTO

Chiloé Domos es un establecimiento en donde se personaliza la atención, enfocándonos siempre en que nuestros clientes sientan que llegan a un lugar en donde lo más importante es priorizar el buen descanso y la felicidad.

Angela Diaz

Apoyo de logística y operaciones

Purísima Barrientos

Administradora Chiloé Domos

Dependencias Chiloé Domos

Curaco de Vélez
Los Lagos

Atendemos con el mejor agrado, presentando nuestros domos como una extensión de lo que significa atreverse a soñar sobre los palafitos de nuestra isla, con una armonía que no tiene el límite de lo plano y estático, sino donde el espíritu se expande dentro de un ambiente que permite el florecimiento de sentimientos y una nutrición natural de tranquilidad y relajo.

El domo y su particular cúpula, ha sido utilizada a lo largo del mundo en las construcciones de distintas culturas como una de las formas que han representado siempre lo sagrado, lo infinito, y la revitalización del cuerpo. Chiloé es una tierra mágica, y el destino perfecto para conversar con el yo interno, desconectarse del ruido y por supuesto, reencontrarse con la naturaleza.

EL BARRIO

Chiloé Domos se ubica a escasos 50 metros de la costanera, desde donde podemos caminar por las pasarelas y ver cisnes de cuello negro y zarapitos, los que se observan durante toda la temporada de verano. En las cercanías se encuentran también varios humedales como Huenao, Chuyec, Dian y Curaco de Vélez, playas aptas para avistamiento de aves. La zona también se caracteriza por artesanos y artesanas, en donde podrá encontrar tejidos, choapinos y alfombras propias de la zona.

A unos 70 metros de los domos se encuentran ferias artesanales con variadas bellezas en lanas, maderas, artesanía en piedras y junquillo, el museo de la ciudad, casas de tejuelas de alerce de diversas formas.

EL BARRIO

Chiloé Domos se ubica a escasos 50 metros de la costanera, desde donde podemos caminar por las pasarelas y ver cisnes de cuello negro y zarapitos, los que se observan durante toda la temporada de verano. En las cercanías se encuentran también varios humedales como Huenao, Chuyec, Dian y Curaco de Vélez, playas aptas para avistamiento de aves. La zona también se caracteriza por artesanos y artesanas, en donde podrá encontrar tejidos, choapinos y alfombras propias de la zona.

A unos 70 metros de los domos se encuentran ferias artesanales con variadas bellezas en lanas, maderas, artesanía en piedras y junquillo, el museo de la ciudad, casas de tejuelas de alerce de diversas formas.

NUESTRA HISTORIA

Los domos se encuentran en la desembocadura del Río Vélez, en donde antes de que se construyera una piscicultura existía el Molino Novoa, en donde las personas de los sectores de Huenao; La Planchada y Yuchec realizaban sus moliendas con trigo extraído de sus propias cosechas, los que sembraban en sus predios como complemento a su agricultura familiar de autoconsumo. En estos molinos se vivieron historias de esperanza, pues el trigo fue uno de los productos que junto a la papa construyeron el alimento base de las familias Chilotas. También el afrecho fue un producto que complementaba la crianza agropecuaria, muy importante en la economía de autosubsistencia que se practicaba por los años 60.

Es notable rescatar que esta actividad la desarrollaban especialmente las mujeres, que mientras se realizaba la molienda, aprovechaban de hilar la lana de oveja con la que construían frazadas; ponchos, chombas y distintas prendas para la familia, que a su vez eran productos que se vendían en la Feria Artesanal de la ciudad de Dalcahue, para el sustento familiar.

Es fundamental resaltar que los molinos de piedra y agua reflejan la cultura de sustentabilidad y respeto que los habitantes de Chiloé mantenían hacia los bienes naturales. En este contexto, el agua era captada en una represa, pero luego devuelta al mismo Cause del Río después de hacer girar el rodezno y las aspas. Además, los molinos revelan las habilidades ingeniosas del Chilote. A través de construcciones astutas, como casas, molinos y herramientas, se compartían servicios mediante el trueque, que era la forma predominante de intercambio. En el ámbito de los servicios de molienda, las personas debían abonar un almud (una medida equivalente a 8 kilos) de trigo, a cambio de dos chiguas (medida de aproximadamente 40 kilos) de trigo o harina.

Los molinos de Curaco de Vélez eran puntos de encuentro para habitantes de otras islas pertenecientes al archipiélago de Quinchao, así como personas de la Isla Grande, provenientes de Tenaun, Calen y San Juan. La navegación entre las islas era crucial para este tipo de desplazamientos y se realizaba en embarcaciones construidas por los maestros de Rivera Chilotes.

En ese contexto, el comercio se basaba en un intercambio de acuerdo a necesidades, lo que implicaba que personas de otras regiones se alojaran en las casas de los propietarios de los molinos hasta que se completara la molienda o hasta que las condiciones meteorológicas permitieran su regreso a sus hogares. En ocasiones, también se llevaba a cabo el Quelcun, un periodo de resguardo para aquellos que se encontraban en una embarcación hasta que el mal tiempo cesara y pudieran regresar a sus hogares. Así, podemos comprender cómo estas actividades molineras no solo eran centrales para la subsistencia, sino que también establecían las bases de las relaciones sociales en la comunidad, delineando la vida cotidiana a través de estas faenas colaborativas.

NUESTRA HISTORIA

Los domos se encuentran en la desembocadura del Río Vélez, en donde antes de que se construyera una piscicultura existía el Molino Novoa, en donde las personas de los sectores de Huenao; La Planchada y Yuchec realizaban sus moliendas con trigo extraído de sus propias cosechas, los que sembraban en sus predios como complemento a su agricultura familiar de autoconsumo.

En estos molinos se vivieron historias de esperanza, pues el trigo fue uno de los productos que junto a la papa construyeron el alimento base de las familias Chilotas. También el afrecho fue un producto que complementaba la crianza agropecuaria, muy importante en la economía de autosubsistencia que se practicaba por los años 60.

Es notable rescatar que esta actividad la desarrollaban especialmente las mujeres, que mientras se realizaba la molienda, aprovechaban de hilar la lana de oveja con la que construían frazadas; ponchos, chombas y distintas prendas para la familia, que a su vez eran productos que se vendían en la Feria Artesanal de la ciudad de Dalcahue, para el sustento familiar.

Es fundamental resaltar que los molinos de piedra y agua reflejan la cultura de sustentabilidad y respeto que los habitantes de Chiloé mantenían hacia los bienes naturales. En este contexto, el agua era captada en una represa, pero luego devuelta al mismo Cause del Río después de hacer girar el rodezno y las aspas. Además, los molinos revelan las habilidades ingeniosas del Chilote. A través de construcciones astutas, como casas, molinos y herramientas, se compartían servicios mediante el trueque, que era la forma predominante de intercambio. En el ámbito de los servicios de molienda, las personas debían abonar un almud (una medida equivalente a 8 kilos) de trigo, a cambio de dos chiguas (medida de aproximadamente 40 kilos) de trigo o harina.

Los molinos de Curaco de Vélez eran puntos de encuentro para habitantes de otras islas pertenecientes al archipiélago de Quinchao, así como personas de la Isla Grande, provenientes de Tenaun, Calen y San Juan. La navegación entre las islas era crucial para este tipo de desplazamientos y se realizaba en embarcaciones construidas por los maestros de Rivera Chilotes.

En ese contexto, el comercio se basaba en un intercambio de acuerdo a necesidades, lo que implicaba que personas de otras regiones se alojaran en las casas de los propietarios de los molinos hasta que se completara la molienda o hasta que las condiciones meteorológicas permitieran su regreso a sus hogares. En ocasiones, también se llevaba a cabo el Quelcun, un periodo de resguardo para aquellos que se encontraban en una embarcación hasta que el mal tiempo cesara y pudieran regresar a sus hogares.
Así, podemos comprender cómo estas actividades molineras no solo eran centrales para la subsistencia, sino que también establecían las bases de las relaciones sociales en la comunidad, delineando la vida cotidiana a través de estas faenas colaborativas.